El represor Julio Poch se delató a sí mismo durante una cena con sus compañeros de trabajo holandeses en la isla de Bali, India, hace seis años. Fue al discutir sobre el pasado del padre de Máxima Zorreguieta, la argentina que se casó con el príncipe Guillermo. Zorreguieta fue secretario de Agricultura durante la dictadura.
"Poch nos dijo que teníamos una imagen errónea de esa época. Que debíamos darnos cuenta de que hubo una guerra en la Argentina. Que durante una guerra la gente muere, eso es normal, de acuerdo al capitán Poch", declaró otro piloto de Transavia, Tim Weert. "Dijo que hubo momentos cuando a bordo de su avión se echaba fuera de la borda personas con vida con el fin de ejecutarlas", le dijo Weert al juez Sergio Torres, a cargo de la causa ESMA, según consta en la causa. "No hay problema, estaban drogados", agregó Poch en referencia a las víctimas de los vuelos, según dijo el testigo.
Tres años después de esa cena, el jefe de Poch, Geert Geroen Engelkes, se enteró de lo que había dicho el argentino a través de otro empleado de la aerolínea, Edwin Reijnoudt Brouwer. "Su comportamiento era impresionante. Defendía el hecho de haber arrojado gente al mar. El todavía defiende sus argumentos. Me molestó su gesto, el movimiento que hizo con la mano, que es como si se dejara voltear un avión para dejar escapar la carga", declaró Brouwer.