miércoles, 15 de julio de 2009

SE ACABÓ SANFERMIN

Día 15 de Julio, los San Fermines por fin han acabado. Dejamos atrás los encierros, las cornadas, los guiris borrachos, las corridas, la calle estafeta, la curva de telefónica e incluso una muerte . Hemos sido empachados con horas y horas de televisión desde la capital navarra, con directos, con noticias, con documentales y especiales y otro año más la audiencia ha sido fiel ( o resignada) y se lo ha tragado todo. Y es que cuando ensalzamos lo nuestro y encima tiene éxito y repercusión mundial nos encanta verlo y recrearnos. Además se celebraban 50 años desde que el principal responsable de la mitificación de ésta fiesta visitó por última vez Pamplona: Ernest Hegmingway.


Hemingway llegó a Pamplona por primera vez un 6 de julio 1923, acompañado de su esposa Hadley Richardson, para cubrir las fiestas de San Fermín, enviado por un semanario norteamericano en el que trabajaba como periodista. La experiencia fue tan grata e impactante para el escritor que sintió la necesidad de plasmar sus vivencias en la capital navarra, en su primera novela de éxito "The Sun Also Rises" (Fiesta), que salió a la luz tres años después. No sería esta la única vez que visitara Pamplona, pues el ambiente festivo de los Sanfermines y su afición a los toros les hicieron regresar en ocho ocasiones más, la última en 1959, dos años antes de que se suicidara.
Las visitas del novelista a Pamplona, tras el descubrimiento personal de los Sanfermines fueron prácticamente constantes en los años siguientes y hasta la Guerra Civil Española. En este periodo acude en siete ocasiones, la última de ellas en el año 1931. Durante la contienda civil española participa activamente a favor de la República Española. Ya no regresará hasta después de la II Guerra Mundial, en 1953 y 1959 por última vez. Su paso por Pamplona no se limita a lo puramente testimonial, más bien al contrario Hemingway se integra activamente en la fiesta, sacándole el mayor jugo posible, como no podía ser de otra manera dado su temperamento apasionado e intensamente vital.
El que formara parte de la llamada generación perdida, fue un apasionado del mundo de los toros, hasta el punto de que corrió delante de ellos, llevándose algún que otro encontronazo frente a las vaquillas matutinas. Conocidas son las relaciones de amistad con famosos toreros de entonces como Antonio Ordóñez y pamploneses como Juanito Quintana. Enamorado de la gastronomía navarra, aprendió recetas tan típicas como el ajoarriero y disfrutó de sus vinos y las tertulias de las terrazas. En las calles participó de la juerga de los mozos, la alegría y la euforia de los Sanfermines. Sin embargo también sufrió en los momentos trágicos, ya que en 1924 fue testigo de la primera cogida mortal de un mozo en el encierro, Esteban Domeño un joven de 22 años. Hemingway recogió este hecho en dos de sus libros “Fiesta” y “Muerte en la tarde” escrito en 1932.


Hemingway vivió nueve sanfermines, el último en 1959. Iba a volver en 1961; guardaba en el cajón de su mesilla las entradas para los toros y tenía reservada su 217 en el Hostal La Perla. Pero el 2 de julio se pegó un tiro con un rifle en su casa de ketchum,Idaho. Como no podía ser de otra manera fue enterrado el 7, día de San Fermín


Muchos son los que le culpan de la masificación que sufre ahora la fiesta. Tienen razón, pero gracias a él ahora los sanfermines son un acontecimiento global y multicural, que reune a miles de personas de todos los rincones y que centra por unos días la mirada del mundo es una ciudad española llamada Pamplona, dejándonos momentos e instantaneas como éstas:



LA FIESTA:








LOS ENCIERROS:











LOS PEORES MOMENTOS:














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