lunes, 19 de octubre de 2009

EL "MINUTO FANTASMA" EN LOS TRENES DE MANHATTAN



Cada día, los miles de oficinistas que trabajan en la Gran Manzana dependen de los horarios de sus trenes para regresar a sus barrios residenciales. Un minuto de retraso puede suponer la diferencia entre cenar con su familia o tener que calentarse la cena en el microondas. Pero lo que no saben estas pobres criaturas es que ese minuto ya lo tienen.


El periodista Michael M. Grynbaum acaba de revelar en The New York Times uno de los secretos mejor guardados del sistema de trenes de la ciudad de Nueva York. Cada uno de los 900 convoys que salen cada día de la ciudad arranca un minuto más tarde de lo que dicen las tablas de horarios, una tradición que se mantiene desde hace décadas y que solo es [era] conocida por los empleados de la compañía.


En una ciudad que vive pendiente de cada segundo del reloj, este “minuto fantasma”, según explica The New York Times, es una especie de gesto de cortesía. En otras ciudades, como Los Angeles, San Francisco o Chicago, los trenes salen puntuales a su hora sin ningún miramiento.

Para comprobar que sus fuentes no le engañaban, el reportero de The New York Times hizo sus propias comprobaciones monitorizando la salida de veinte trenes de Grand Central y certificó que salieron una media de 58 segundos más tarde de la estación. Durante ese minuto extra, en los paneles informativos del vestíbulo y la plataforma se indicaba que el tren ya había partido ("Departed"), aunque se mantenía esperando pacientemente en el anden.

Esperemos que la revelación del secreto no acabe con una de esas tradiciones que hacen de Nueva York un lugar maravilloso.

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