
La imagen de aquel padre e hijo rotos por el dolor que Manuel Ferrol retrató aquel 27 de noviembre de 1957 en la Estación Marítima, donde ahora se alza el nuevo Palacio de Congresos, fue para el fotógrafo coruñés —fallecido en 2003— “más que un Pulitzer”. Fue realizada en una época trágica, cuando la falta de horizontes empujaron a uno de cada tres gallegos a dejar atrás su tierra.
Una época miserable en más de un sentido. “Yo viajé en algunas ocasiones a bordo del trasatlántico "Juan de Garay" desde Coruña a Vigo, última escala antes de la travesía a América
—confesó Ferrol poco antes de su muerte— y en cuanto el muelle se perdía de vista, todos desaparecían y se hacía un silencio sepulcral. Parecía un barco fantasma. Pero podía ser peor. A muchos de estos pobres emigrantes, que salían por primera vez de su remota aldea, los timaban sin piedad: los tenían toda la noche dando vueltas por la ría de Vigo y los bajaban por la mañana en Cangas, diciéndoles que estaban en América”.
—confesó Ferrol poco antes de su muerte— y en cuanto el muelle se perdía de vista, todos desaparecían y se hacía un silencio sepulcral. Parecía un barco fantasma. Pero podía ser peor. A muchos de estos pobres emigrantes, que salían por primera vez de su remota aldea, los timaban sin piedad: los tenían toda la noche dando vueltas por la ría de Vigo y los bajaban por la mañana en Cangas, diciéndoles que estaban en América”.

Manuel Ferrol es el único gallego que aparece en la prestigiosa Historia de la Fotografía de Beaumont Newhall y está permanentemente expuesto en el Museo de la Fotografía de Columbia, en Estados Unidos. La célebre foto, titulada Emigración, fue seleccionada en una exposición itinerante que recorrió el mundo para mostrar las obras maestras de once fotógrafos entre los que se contaban, además del coruñés, los legendarios Robert Capa o Cartier-Breson.

La fotografía del hombre y el niño fue como un objeto de culto durante el franquismo y se rodeó de cierta aura de clandestinidad. Gran parte de los negativos del trabajo que había hecho Ferrol en el puerto de A Coruña quedaron guardados en un cajón. Pero aquella imagen tenía tanta fuerza que se fue filtrando en diversas publicaciones, donde aparecía casi siempre sin firma. Los grupos antifranquistas la convirtieron en un icono de la lucha contra el régimen, sobre todo desde que la divulgó en sus páginas la mítica revista El ruedo ibérico. Pero hasta la muerte del dictador, ni siquiera se estaba muy seguro de su autoría. Fue tras la llegada de la democracia cuando la revista Foto dio a conocer al hombre que había captado aquella imagen.

Ferrol había sido hasta entonces un fotógrafo más que regentaba su propio negocio en A Coruña. En el final de su vida, ya retirado, pudo disfrutar de la satisfacción de ver convertida aquella imagen en el testimonio definitivo de una parte de la historia de Galicia. Manuel ferrol murió en A Coruña en en 2003.
Enlace con la Página oficial de Manuel Ferrol, donde se pueden encontrar todas su fotos.
VIDEO DE LA OBRA DE MANUEL FERROL:
VIDEO DE LA EMIGRACIÓN GALLEGA CON FOTOS DE FERROL Y ALBERTO MARTÍ:
No hay comentarios:
Publicar un comentario