jueves, 12 de noviembre de 2009

CONGO: LA VIOLACIÓN COMO ARMA DE GUERRA.


Las violaciones masivas de mujeres y niñas provocan un golpe devastador que afecta física y psicológicamente a numerosas comunidades de Congo. Pero este país africano no es la excepción. El fenómeno ocurre en numerosas naciones en conflicto interno y en ocasiones los encargados de perpetrar esos abusos son las propias fuerzas de pacificación enviadas por la ONU para proteger a la población. Guerrillas, ejércitos y paramilitares contratados por las empresas multinacionales matan, torturan y violan en una región del mundo en la que la impunidad no deja nada en pie.

Una de las armas de guerra que se está utilizando con mayor frecuencia, ya que produce un efecto social devastador y además desde el punto de vista económico tiene muy bajo costo, es la violación masiva de mujeres. Esa es la conclusión a la que llega la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

El informe presentado días atrás por OCHA comunica que cerca de 5.400 mujeres fueron violadas durante este año en la provincia de Kivu, en la República Democrática del Congo. El documento agrega que esta cifra corresponde solamente a los casos denunciados, con lo que se deduce que habría otros cientos de episodios similares, lo que convierte al Congo en el país con el mayor índice de delitos sexuales del mundo.


De acuerdo con OCHA, el 90 por ciento de las violaciones son cometidas por grupos armados, ya sean fuerzas regulares o desmovilizadas. Las víctimas nunca son atacadas en solitario, es decir que siempre están acompañadas de otras víctimas y de decenas de testigos, debido a que en general pertenecen a una misma comunidad, ya sea un pueblo o una etnia.

De esta manera, el objetivo es asestar un fuerte golpe físico y psicológico a determinado grupo para que se someta a la jerarquía de determinada guerrilla o bien como venganza contra una comunidad o gobierno rival.


La cadena Al Jazeera, en su página en inglés publicó el testimonio de una ginecóloga del hospital de Goma, la capital de Kivu, que afirma que diariamente asisten a los centros médicos decenas de mujeres que fueron violadas por guerrilleros y por soldados del ejército federal.

A pesar de que durante 2009 aumentaron exponencialmente los casos de delitos sexuales como arma de guerra, esta práctica no es nueva. En 2003 hubo graves denuncias de violaciones de civiles por parte de miembros de los cascos azules enviados por la ONU para pacificar al Congo.

¿QUÉ PAPEL JUEGA LA ONU?
Las Naciones Unidas arrastran un gran desprestigio en sus misiones africanas. Sin embargo, este organismo es uno de los que más énfasis ha puesto en denunciar la situación de complicidad de varios países occidentales con respecto a las atrocidades cometidas por las milicias y por el saqueo de los recursos naturales por parte de empresas multinacionales.

Las tropas de la ONU se ven desbordadas ante los frecuentes estallidos de violencia y el masivo desplazamiento de habitantes de pueblos enteros que huyen de la guerra y del hambre.

Durante agosto y septiembre, unos 110 mil desplazados volvieron a sus hogares en Kivu, pero todavía hay 980 mil personas que necesitan la asistencia humanitaria. La misión de la ONU no tiene como objetivo entrar en combate, sino proteger a los civiles y brindarles alimentos, agua, alojamiento y servicio médico.
Además de los desplazados por las guerras en Kivu, la ONU tiene que afrontar la situación de miles de congoleños que fueron expulsados desde Angola y que tuvieron que regresar a su país. El Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR) informó que varios de los congoleños que se vieron forzados a regresar, corren peligro de muerte, ya que algunos tenían pasaportes de asilados por la situación de violencia que se vive en el Congo.

MULTINACIONALES Y GUERRILLAS PRIVADAS
Cynthia McKinney, ex congresista del partido Demócrata de Estados Unidos, fue la enviada del presidente Bill Clinton al Congo en 1997, año que los combates entre guerrillas y ejércitos recrudecieron.

Esta mujer afroamericana se horrorizó ante lo que descubrió en este rico y desdichado país. Alertó que varias compañías multinacionales de sectores como la comunicación, computación y comercio de piedras preciosas cuentan con ejércitos propios en el Congo, que son los que producen masacres y todo tipo de violaciones a los Derechos Humanos.

Inmediatamente renunció al cargo de enviada de Clinton al Congo, pero no a su banca, desde donde ha manifestado duras críticas contra el apoyo de Washington al ejército de Ruanda y a las guerrillas que pretenden derrocar al gobierno del Congo para evitar que competidores de compañías chinas aumenten su injerencia en el país.

El gobierno de Beijing tejió fuertes lazos económicos con el Congo, que abarca a la provisión de armas, para combatir a las guerrillas y al ejército de Ruanda, financiado por Occidente. Tanto las empresas chinas como las norteamericanas y francesas tienen en la mira los ricos yacimientos del Congo.

McKinney alzó, en el Congreso norteamericano, la voz en defensa de las violaciones de miles de congoleñas y además presentó un proyecto de ley, que no fue aprobado, por el cual Estados Unidos prohibía a las empresas radicadas en el país extraer minerales del Congo.

La creciente violencia y el drama social de este país, en cuya provincia de Kivu sólo el 10 por ciento de los niños asisten a la escuela, produce efectos irreversibles en la comunidad. Las injerencias de las multinacionales y de las potencias generan prácticas aberrantes. Una de ellas es la cada vez más usual arma de guerra poco costosa: las violaciones de miles de mujeres.



(DES) Protegidas
Las fuerzas de pacificación encargadas de proteger a la población son muchas veces las causantes de las violaciones a mujeres en zonas de conflicto - AP
Las fuerzas de pacificación encargadas de proteger a la población son muchas veces las causantes de las violaciones a mujeres en zonas de conflicto - AP
Por lo menos 50 efectivos de las fuerzas de mantenimiento de la paz recibieron castigos que van desde la reducción de grado militar a ocho meses de prisión por cometer abusos sexuales en misiones de las Naciones Unidas desde el 2007.

Este dato fue difundido después que organizaciones periodísticas preguntaron qué medidas tomaban las naciones contra esos efectivos acusados de violación y otros abusos en zonas de conflicto como el Congo. La ONU puede investigar las denuncias, pero los castigos son exclusivos de los gobiernos que contribuyen con personal a las misiones.

Las cifras revelan un aumento significativo en juicios y cortes marciales este año. La acción disciplinaria contra 33 soldados en "casos que involucran explotación y abuso sexual" hasta noviembre incluyen penalidades menores que van desde el despido, retiro forzado y alejamiento de una comisión hasta sentencias de prisión que van hasta los ocho meses.

Sólo dos militares habían sido castigados por abusos similares en el 2008, y 15 en el 2007, según los datos de la ONU.

"Cuando se fundamentan las denuncias contra personal militar y policial, la ONU puede repatriar a los individuos en cuestión y prohibirles participar en futuras operaciones de mantenimiento de la paz", dijo la organización internacional.

Las denuncias de explotación sexual y otros delitos han empañado las misiones de mantenimiento de la paz de la ONU casi desde su comienzo en 1948, incluso Bosnia, Kosovo, Camboya, Timor Oriental, Congo y el África occidental. La cuestión suscitó titulares después que la ONU halló a principios del 2005 que efectivos en el Congo habían mantenido relaciones sexuales con mujeres y niñas, en general a cambio de alimentos o pequeñas sumas de dinero.

En reacción, la ONU adoptó una política enérgica contra todo abuso sexual e impuso un código de conducta universal que requirió instrucción para todos los efectivos. Pero dejó el castigo a los culpables a sus respectivos países, lo que ha sido un continuo problema.

Las cifras indican que la ONU remitió a las autoridades nacionales más de 450 casos de mala conducta sexual o de otro tipo desde el 2007, pero sólo recibió respuestas en 29 de dichos casos.


3 comentarios:

Unknown dijo...

Tremendo testimonio nos traes,la violaciones en tiempo de gerra no son nada nuevo,pero asì y todo sobrecogen los datos que aportas.Triste realidad que soportan miles de mujeres, a lo que se suma su pobreza y estigmas personales.
Muy buen post.
Abrazos.

Lipazma dijo...

Gracias Madreselva:
La verdad es que no son nada nuevo como comentas, desde que el hombre es hombre y ha habido guerras la violación, tb masculina, se ha usado como acto de humillación del vencido. Lo triste es que en los últimos años se ha vuelto a fomentar. Desde la Guerra en la antigua Yugoslavia donde eran los mismos mandos los que la fomentaban a sabiendas de que la víctima más tarde seria rechazada por los suyos, hasta todas las guerras trivales africanas y por supuesto la congoleña.
también me preocupa sobremanera, y por eso mi insistencia sobre el tema, que ésta guerra del Congo que es de las más salvajes de los últimos 50 años, no aparezca ni se hable de ella en ningún telediario o periódico.

ana dijo...

Muy buen artículo. Gracias!